miércoles, 5 de febrero de 2014

Adiós 2ª parte

Te dije adiós,
Entre ruidos lejanos y cervezas heladas.
 
Te dije adiós,
Sin saber si realmente quería hacerlo.
 
Te dije adiós,
En un día lluvioso que no me animaba.
 
Te dije adiós,
Sin poder, tan siquiera, tener un turno de palabra.
 
Ahora entiendo porque odio las despedidas,
Me dejan la boca amarga,
La casa algo vacía,
Y el alma desorientada.
 
Nunca es un buen momento para despedirse,
Por muy fundamental que pudiera ser.
Es rara la situación cuando dos personas que se quieren,
Juegan a ser desconocidos con memoria.
 
Escuecen los recuerdos,
Duelen las miradas,
Arden en la garganta las palabras prohibidas,
Y queman las manos que te impiden tocar.
 
Ansías un roce,
Un abrazo,
Una mirada furtiva,
Pero luego te das cuenta de que ya no hay nada.
 
El abrazo que no llega,
La mano que no te toca,
La mirada ausente y perdida,
La voz temblorosa y entre cortada.
 
Y a pesar de todo, te dije adiós,
A sabiendas de que no lo querías.

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