Para ti, para la que llora. O para la que se siente nostálgica. Para la que tenga que abrazar un recuerdo con la misma urgencia que el jonkie que va a por una papelina. Para ti. Si tu. Para la que quiere mucho y recibe poco. O para la que quiso y se termino. Para la que se siente sola y ve como la vida pasa. Para las que se beben las penas en las barras de los bares. Para las que quisieron que las cosas funcionaran pero que abandonaron el papel de novias o mujeres perfectas. Para todos los corazones podridos de latir.
Déjale ir si ya se fue. Olvida y respira. Una y mil veces respira. Sal a la calle y hazlo. Baja la ventanilla de un coche cuando haga sol y saca la cabeza con los ojos cerrados. Mientras puedas seguir haciendo eso y estés viva estas a salvo. Créeme. Estas a salvo. Si tienes ira corre hasta que no puedas mas. Después espera que pase el flato y sigue corriendo hasta que estés tan cansada que solo sientas alivio. Engaña a tu alma agotando a tu cuerpo. Perdona aunque no tengas a nadie que te haya pedido perdón. El odio pudre cualquier cañería. Arreglate ya seas gorda flaca blanca amarilla negra rubia pelirroja o castaña. Arreglate, sonríe y comete a tu soltería. Por arriba, por abajo, de los lados. Liate contigo misma y quierete, mimate. Pero, sobre todo, cuidate.
Tu. Deja de beber y de cerrar todos los bares. Ahí no vas a encontrar nada que te llene. No vas a encontrar a un pie al que acariciar a medianoche un lunes ni que te ayude con la compra cuando pesa y las manos se ponen moradas. Lo único que vas a conseguir es un polvo mediocre con cualquier gilipollas. Cultiva tu cabeza y cuida de ti misma. Huye de los hombres que huelen a mala vida, nunca traen nada bueno y recuerda: no es solo lo que vales es también lo que te mereces.
Y a ti, ya lo intentaste y, encima. fuiste lo suficientemente valiente para decirlo en voz alta. No eres Jesucristo así que no tienes porque estar crucificada en una cruz de madera. Lo importante es que lo intentaste y no salió. Por la persona, por ti, por las circunstancias. No funciono. No te culpes. No te presiones. No eras feliz. Da como vértigo. De ese vértigo que sientes en la tripa y no sabes bien si es de miedo o de emoción. Cuando lloras y no sabes si es de alegría o de pena. Y los sentimientos de alivio que se tornan en un mantea culpabilistico. Sin cesar. Todo el día. No te sientas culpable de no estar enamorada.
Nada esta perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo